Los cargos, siempre con inicial minúscula
Con mucha frecuencia leemos en la prensa escrita y digital los cargos, grados militares y otros términos similares escritos con inicial mayúscula (el Presidente cubano se dirigió a la multitud…) lo cual es un error, pues todos los cargos, grados militares, dignidades eclesiásticas, títulos nobiliarios o grados científicos se escriben con inicial minúscula por tratarse de sustantivos comunes.
La
Fundación del Español Urgente (Fundéu) aclara que si este sustantivo está seguido
del nombre de un departamento, entidad, institución, etc. sigue escribiéndose
con minúscula, aunque el de la entidad sí lleva la inicial mayúscula por ser un
sustantivo propio. Veamos algunos ejemplos:
El director general de
Asuntos Internos, el ministro de Relaciones Exteriores, el sumo pontífice de la
Iglesia católica, el conde de Villa Nueva, el licenciado en Matemática, el
profesor de Historia, el general de brigada
de del Ejército Occidental, y así sucesivamente.
¿Cuáles
son las excepciones? Las que dictan las propias reglas del español. Por
ejemplo, si la palabra está al principio de un párrafo o si forma parte de un
nombre propio o un apelativo, como el Comandante en Jefe, el Libertador, el
Titán de Bronce, el hospital Doctor Enrique Cabrera. Observemos que el artículo
que precede al apelativo también se escribe con minúscula.
En
una ocasión una amiga muy ilustrada me discutía que los nombres de los cargos
se escribían con inicial mayúscula cuando eran importantes, pero como vemos,
nada tiene que ver la importancia del cargo con la ortografía.
Entonces,
estimado lector, no siga escribiendo Presidente, General, Ministro, Obispo,
Marqués ni Doctor con mayúscula inicial con el propósito de hacer más relevante
a la persona que está nombrando.
Evitemos
abusar de las mayúsculas, o un buen día se van a sublevar.
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